Los comienzos del idolo
La temporada 2003 fue el verdadero año de explosión para Tévez en Boca. Su rol en el equipo se afianzó, y su rendimiento fue clave para que Boca ganara la Copa Libertadores. En esa edición del torneo, Tévez brilló en los partidos cruciales, destacándose en las fases finales con goles y actuaciones decisivas, lo que ayudó a Boca a levantar el trofeo continental. En diciembre de ese mismo año, Boca se enfrentó al AC Milan en la Copa Intercontinental en Japón, en un partido que terminó en empate y se definió por penales. Boca salió victorioso, y Tévez, aunque no anotó, fue parte fundamental del equipo que le dio al club el título mundial.
A finales de 2004, tras un año de altibajos para Boca en términos de títulos, pero donde Tévez continuó siendo el jugador más destacado, llegó una oferta del Corinthians de Brasil. Esta transferencia fue récord en Sudamérica, y Boca accedió a la venta. Aunque dejó el club en ese momento, su vínculo con Boca y su pasión por el equipo ya lo habían convertido en un ídolo. La salida al Corinthians fue el inicio de una carrera internacional para Tévez, pero siempre mantuvo su promesa de volver al club que lo había formado y lo consolidó como futbolista profesional
Uno de los logros más significativos de Tévez en Corinthians fue ganar el Campeonato Brasileño en 2005, donde su contribución fue fundamental para que el equipo se coronara campeón. Además, en 2006, el equipo se alzó con la Copa do Brasil, un título que también tuvo a Tévez como protagonista.
En total, durante su estancia en Corinthians, que se extendió hasta 2006, Tévez ganó tres títulos importantes: el Campeonato Brasileño (2005), la Copa do Brasil (2006) y la Supercopa Sudamericana (2006). Su desempeño lo consolidó como uno de los jugadores más destacados de la liga brasileña y le valió reconocimiento internacional, aumentando su popularidad y valor en el mercado de fichajes. En 2006, tras sus éxitos en Brasil, Tévez dio el salto a Europa, firmando con el West Ham United de Inglaterra. Su paso por Corinthians dejó una marca imborrable en la historia del club, y su capacidad goleadora y carisma lo hicieron querido por los hinchas.
Manchester United (2007-2009)
En 2007, Tévez se unió a Manchester United. Durante su tiempo en el club, formó parte de un equipo estelar dirigido por Sir Alex Ferguson. En dos temporadas, anotó 34 goles en 99 partidos y ganó varios títulos, incluidos dos títulos de Premier League (2007-2008 y 2008-2009) y la UEFA Champions League 2008. Una de sus hazañas más memorables fue su actuación en la final de la Champions League de 2008, donde jugó un papel crucial en la victoria sobre el Chelsea. Sin embargo, su relación con el club se tornó tensa por cuestiones contractuales y la falta de un contrato a largo plazo, lo que lo llevó a buscar un nuevo desafío.
Manchester City (2009-2013)
Tévez fichó por Manchester City en 2009, donde se convirtió en una de las estrellas del equipo. Durante su tiempo en el club, anotó 73 goles en 148 partidos. Fue clave en la conquista de la FA Cup en 2011, marcando el gol decisivo en la final contra el Stoke City, y en 2012, ayudó al City a ganar su primer título de liga en 44 años, la Premier League, anotando 20 goles esa temporada. Sin embargo, su paso por el club se vio empañado por incidentes fuera de la cancha, incluida una notable negativa a salir del banquillo durante un partido contra el Bayern de Múnich, lo que llevó a su eventual salida del club en 2013.
El paso de Tévez por el fútbol inglés estuvo marcado por su capacidad goleadora, su carisma y su determinación, lo que lo convirtió en un jugador querido por los aficionados, pero también por los conflictos que surgieron durante su carrera.
Carlos Tévez llegó a la Juventus en 2013 y rápidamente se convirtió en una de las figuras clave del equipo. En dos temporadas (2013-2015), anotó 50 goles en 96 partidos, siendo el máximo goleador del club en ambas campañas. Su primer logro fue liderar al equipo en la conquista de dos títulos consecutivos de la Serie A (2013-2014 y 2014-2015), en los que su habilidad y efectividad para marcar en momentos decisivos lo destacaron como uno de los delanteros más importantes de la liga italiana.
En 2015, Tévez ayudó a la Juventus a ganar la Copa Italia, un título que el club no obtenía desde hacía 20 años, y en el que su aporte en goles y asistencias fue fundamental. También fue clave en la UEFA Champions League 2014-2015, donde anotó 7 goles y ayudó a llevar al equipo a la final. Aunque Juventus perdió la final ante el FC Barcelona, el rendimiento de Tévez fue sobresaliente y demostró su calidad a nivel europeo.
El paso de Tévez por la Juventus fue breve pero exitoso, destacando por su espíritu competitivo, precisión goleadora y capacidad para adaptarse rápidamente, lo que lo convirtió en un referente y en una figura muy querida por los aficionados del club.
En 2019-2020, bajo el mando de Miguel Ángel Russo, Tévez se consolidó como capitán y vivió un renacer futbolístico. En la última fecha de la Superliga Argentina, anotó el gol decisivo que le dio a Boca el título sobre su clásico rival, en un cierre épico de temporada. Este campeonato fue especialmente importante para él, ya que logró darle otra alegría a la hinchada y superar a River en una definición de liga.
Finalmente, en junio de 2021, Tévez se despidió de Boca y del fútbol profesional. En una emotiva conferencia en la Bombonera, expresó que había dado todo por el club y agradeció a los hinchas por su apoyo incondicional. Su legado en Boca trasciende los goles y títulos: dejó un impacto imborrable como símbolo de esfuerzo, pasión y amor por los colores, y su figura quedó como un verdadero ídolo de la institución.